Al estar en el tráfico de hora pico sobre el Libramiento Morelos, hice lo que cualquier otro reportero haría: tomar el teléfono para abrir la cámara y llevar una instantánea sobre la situación del momento. A los 5 segundos, un oficial de tránsito en motocicleta me rebasó por derecha, el tráfico se cierra y por esto, él queda a pocos centímetros de mi vehículo.
Me multó por infringir el artículo 104, fracción XII del Reglamento de Policía y Vialidad para el Municipio de León, Guanajuato; sí, por llevar el teléfono en la mano al conducir.
Al reverso del acta de infracción viene un apartado que informa la posibilidad de solicitar actividades de apoyo a la comunidad.
Tuve dos opciones: pagar 2 mil 400 pesos o realizar trabajo comunitario para resarcir el daño a la sociedad, que en este caso fue, poner en riesgo a más ciudadanos por conducir con el teléfono en la mano.
Así que acudí a la delegación de policía en la colonia León I, conocida como “Cepolito”, donde pedí ir ante el Juez Cívico para solicitar la prerrogativa, es decir, un canje de la multa por trabajo comunitario.
Si realizas tu solicitud en los primeros diez días hábiles, te condonan el 90 por ciento de la multa y te asignan actividades comunitarias; a los 20 días, tendrás acceso al 75 por ciento; si dejas pasar un mes para solicitarlo, solamente podrás canjear la mitad.
Ingresé al área de separos, cerquita de los detenidos por diversas faltas; me tomaron fotos mientras me entrevistaban, como a cualquier otro infractor.
Se me concedió la prerrogativa y instruyeron a cumplir con cinco horas de trabajo comunitario y a pagar solo el diez por ciento del valor de la multa.
Para realizar las actividades comunitarias deberás acudir al edificio de Prevención del Delito, ubicado en el Parque Hidalgo, con los oficios firmados por el Juez Cívico en los que se concede la prerrogativa.
Me citaron tres semanas después y me agendaron tres talleres virtuales, todos a través de videollamada para tratar diferentes temas; el que es obligatorio y no se puede evadir, es el de concientización vial, por obvias razones.
Es sencillo y no se puede hacer trampa. En los talleres virtuales, deberás estar presente todo el tiempo y poner atención, si le juegas al listo y estás haciendo otras cosas, ¡vas para afuera! y tendrás que agendar la cita de nuevo.
El Juez Cívico te otorgará un oficio que te ampara por 45 días ante la falta del documento entregado para la infracción. Una vez que acabas tus actividades, te entregarán el formato para realizar el pago correspondiente y con el comprobante del pago, podrás liberar el documento infraccionado.
En resumen: entre más rápido solicites el canje de tu multa, menos dinero pagarás y más rápido sales de este asunto.
Ojo: la mayoría de las multas se pueden canjear, excepto si la multa es por conducir en estado de ebriedad; en ese caso es arresto seguro.
La prerrogativa es como un voto de confianza que te da la autoridad, pero si vuelves a cometer la misma infracción en tiempo récord, ni hablar, deberás pagar la multa completa.
Si eres de un conductor reincidente, hasta te pueden negar la licencia de por vida. Te lo contamos, para que no digas que no lo sabías.
Algunas de las actividades comunitarias por las que se pueden cambiar las multas son:
- Pintar banquetas y cruces peatonales
- Hacerla de banderero
- Limpiar baldíos o escuelas
- Apoyar en cruces complicados
- Acompañar adultos mayores
- Entre otras.
Aunque me imaginé haciendo todo lo anterior bajo los rayos del sol, esta experiencia me ayudó a valorar la salud y lucidez que tengo para manejar y además, ser consciente de que los accidentes pueden ocurrir en instantes.
Lo mejor es tener todos los documentos en regla y estudiar, de vez en cuando, el reglamento de vialidad vigente.
Es importante y es para todos, ser un buen ciudadano.