Lo que empezó como “sociedades de convivencia” hoy ya puede ser nombrado “matrimonio igualitario”; aunque no todos los diputados locales estuvieron de acuerdo, ya es una realidad.
El Congreso del Estado de Guanajuato aprobó las reformas al Código Civil para el Estado de Guanajuato, en materia de matrimonio, por lo que se entiende como la unión libre de dos personas, que tiene como objeto realizar una comunidad de vida, en la que los cónyuges se procuran respeto, igualdad y ayuda mutua.
También en esta reforma se ajustaron los términos “marido y la mujer” por “personas cónyuges”.
Entre las voces a favor estuvieron la diputada María Eugenia García Oliveros por MORENA, quien recordó que la sociedad LGTBQ+ ha vivido bajo la sombra de la humillación, derechos ignorados, dignidad ofendida, identidad negada, libertad reprimida y más al invalidarse su forma de amar y la manera en la que formaban una familia.
Sergio Contreras del Partido Verde externó como una injusticia para la situación que enfrentan las personas de la diversidad sexual y de género al querer ejercer sus derechos con normalidad, en el que es absurdo pensar que la representación otorgada a las personas diputadas es para imponer creencias personales respecto a lo que es moral o correcto socialmente.
Además de que es injustificada y discriminatoria la exclusión de las personas de la diversidad sexual y de género del matrimonio por ofender su dignidad como personal y su integridad, en el que no se puede prevalecer la etimología de una palabra sobre los derechos de cualquier persona.
De Movimiento Ciudadano tomaron la palabra los dos diputados que conforman la fracción; por su parte, Sandra Pedroza Orozco manifestó que, con este dictamen, Guanajuato está saldando una de las deudas que tiene en materia de derechos humanos; aprobar el matrimonio igualitario en la ley no era un mero trámite, un acto simbólico y tampoco una concesión, sino el mensaje y prueba de que en Guanajuato amar a quienes queramos, sin importar su sexo, tiene que ser un derecho para todas las personas sin discriminación alguna, dijo.
Por su parte, Rodrigo González respaldó el dictamen al subrayar que el amor se debe traducir en protección, igualdad y progresividad de derechos; que la Constitución debe servir al ciudadano y no al revés.

Las voces en contra fueron desde la bancada de Acción Nacional. Comenzando por Susana Bermúdez Cano que primero dijo estar convencida de que las propuestas que se plantearon no fortalecían el marco jurídico ni que atiendan las necesidades de los guanajuatenses.
Después, mencionó que en el Código Civil estatal no contienen disposiciones discriminatorias, donde se señalara que la definición actual de matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer fuera discriminatoria; además de no estar de acuerdo, ya que la norma civil en el estado no excluía, sancionaba ni limitaba derechos civiles por motivos de orientación sexual.
“Hoy me mantengo firme en mi voto en contra, porque estoy convencida de que el Código Civil de Guanajuato no es discriminatorio, ya garantiza trato igualitario, sin necesidad de alterar instituciones que cumplen funciones esenciales en nuestro contexto social”, finalizó.
Finalmente, el dictamen fue aprobado por mayoría de votos.




